Lo que tengo, te doy
Hechos 3:1–10
Pedro y Juan iban al templo a la hora de la oración. En la puerta, llamada la Hermosa, un hombre cojo desde su nacimiento esperaba lo mismo que todos los días: una limosna. Esa era su rutina, su única manera de sobrevivir. La Biblia nos dice que lo ponían allí diariamente para pedir a . . .
Publicado en: portadores de su gloria
Agosto 09, 2025
